viernes, 4 de mayo de 2018

La importancia de la prudencia

"Cuando compiten dos luchadores, comienzan noblemente pero acaban con bajeza. Si van demasiado lejos, los golpes bajos aumentan.
Los que beben en un banquete comienzan con moderación pero acaban con desenfreno. Si van demasiado lejos, su agitación también aumenta.
Así todas las cosas: el principio es cortés, el final es vulgar. Se comienza con sencillez y se acaba en la desmesura.
Las palabras son olas y viento. Pérdidas o ganancias, los actos. Olas y viento se levantan fácilmente. Pérdidas y ganancias fácilmente nos acosan. Palabras pérfidas y frases extremadas son el único origen de la cólera.
El animal que muere no elige su grito. El odio inflamado en su pecho despierta el odio del que lo ha cazado. Cuando uno se excede en exigencia, el otro responde con contrariedad. Si uno ignora su propia reacción, ¿cómo va a prever cuál es el fin?
Un antiguo proverbio dice: "No te apartes de las órdenes, no te empeñes en el éxito. Sobrepasar la medida es excederse". Si te apartas de las órdenes y te empeñas en el éxito, vas directo hacia el peligro. Lo bien hecho necesita tiempo. Lo mal hecho es irreversible.
¿Cómo no ser prudente?"
Zhuang-Zi